Jóvenes Construyendo el Futuro




El programa federal estrella de la actual administración lopezobradorista, promete ser, no una vía de escape; más bien, una última oportunidad para todos los jóvenes que busquen adentrarse al mercado laboral, y así poder generar la muy famosa "experiencia" , que en casi todos los puestos de trabajo exigen. Aunque a primera vista, parece un acto de buena fe, lo que hay detrás de ello, pone en duda su credibilidad; así como su efectividad a la hora de que el joven tenga ya un empleo estable, que le pueda brindar crecimiento profesional —y por ende—, un futuro prometedor. 

No es un secreto a voces, que para los jóvenes en un rango de entre 18 a 29 años, encontrar trabajo en un lugar que les pueda ofrecer un panorama de estabilidad y crecimiento, es, prácticamente...una misión imposible. No hay empresa alguna, que siempre pida un "mínimo" de experiencia de al menos un año, y en otras, el "mínimo" que piden puede llegar hasta los tres años o cinco. Esto es un golpe duro a las aspiraciones de todo joven que busca ya tener sus ingresos y formar su vida. Hay varias razones por la cuales, se llegue a estos casos: una mala preparación durante la estancia universitaria —a veces ligada por el desinterés de tener una "carrera equivocada"—, un acceso negado (por cuestiones económicas) a la educación superior o al desinterés pleno de no querer superarse, apostando por otras vías que solo generan incertidumbre. Un joven que no tuvo una buena preparación, no se aplicó con las "prácticas profesionales", ya sea por desinterés o por no estar al tanto de las novedades, generalmente se topa con una pared, una vez que sale de la universidad. Las empresas simplemente, no se ablandarán el corazón, y permitirán que puedan ingresar para que sea su "primer empleo", simplemente serán ignorados, a veces de manera con muy poco tacto, dando a entender que no son de "utilidad". Lo mismo aplica para aquellos jóvenes con carreras truncas, o que de plano no siguieron en el estudio. A lo único que pudieran aplicar, sería para uno de los tanto empleos precarios o informales, en algunos casos, que no vayan con su perfil, intereses o aspiraciones, generando un círculo vicioso, del cual es casi difícil salir. Jóvenes Construyendo el Futuro, se vende como la solución a este problema, de una vez por todas. 

Presentándose con una página web llamativa y amigable, JCF te pedirá crear una cuenta para que puedas ingresar. Usando tu correo, y poniendo una contraseña, tu cuenta estará lista. Posteriormente deberás llenar algunos campos sobre tu información personal. Todo hasta aquí parecerá perfecto, pero aquí viene lo fuerte: en muchos casos, los "centros de trabajo" no existen o sus instalaciones no son tal cual lo descrito. Algunos "becarios" con carrera, deben someterse a realizar actividades fuera de su área —desaprovechando así una buena oportunidad—, pero la necesidad los obliga a aceptarlo, a sabiendas que de poco les podría ser de utilidad en el futuro, no siempre garantiza que el aprendiz pueda explotar sus capacidades, y por ende, no hay una certificación de que el programa cumpla con el objetivo.

La empresa que el becario elija, no esta obligada de manera contractual para con el/ella, por lo tanto no le paga de su nómina, ni tampoco le brinda de beneficios, que empleados de la misma gozan. Solo tienen que conformarse con el seguro médico del IMSS, y la beca mencionada con anterioridad.

Mientras tratan de hacer ver con éxito el programa, el propio presidente, así como la secretaria del trabajo, Luisa María Alcalde, de que la meta se cumple, los "otros datos" muestran que, son muy pocos los "becarios" que las grandes empresas contratan, eso difiere mucho del "corazón" del proyecto: tener un empleo estable. Si hablamos de números, podríamos decir que solo 2 de 10 "becarios", logran quedarse donde prestaron servicios, mientras que el resto, simplemente se les da el "muchas gracias por participar y adiós". Si sumamos a algunas fallas de estructura, ejecución y manejo —hace días se publicó un reportaje en Animal político sobre "becarios" que estaban ocupando puestos públicos supliendo a funcionarios —, así como a diversas irregularidades sobre el manejo de fondos, por ejemplo; se ha hablado de casos donde los tutores piden el famoso "moche" , a cambio de permitirle al interesado no ir; en otros, simplemente nunca se presentan, pero cobran mensualmente la beca. Podemos decir que el programa nació con buenas intenciones, pero falla en la práctica.

En lo personal, consideró que es una mala estrategia por parte de las grandes empresas, simplemente echar de vuelta a el/la becari@, a la calle. Mucho más en estos tiempos difíciles, que por "pretexto" de la pandemia, muchas empresas se muestran reacias a aprobar vacantes —si de por sí para lo empresarios, todos los años hay crisis—, en estos momentos, como diría AMLO: "les cayó como anillo al dedo". México aún sigue viviendo un crecimiento económico bajo. No sé de donde saca el presidente que todo se está estabilizando, tal vez hable de los empleos informales o precarios, o de los que te piden muchas horas de trabajo, con mal salario de por medio. (Luisa) Alcalde comenta con optimismo, que los jóvenes pueden inscribirse al SNE (Sistema Nacional del Empleo), como alternativa a los becarios que no son contratados. No obstante, no menciona que la mayoría de las vacantes, consisten en ser: operario, ayudante textil, telefonista, call center, es decir, empleos que encuentras en todos lados, que solo pagan lo poco y no te garantizan  una estabilidad, sobre todo para esos jóvenes "talentosos" y "brillantes", terminarán en cosas que no van con ellos...¿ése es el futuro que les espera a los jóvenes que no fueron contratados? Si las empresas en realidad no quieren nada serio con los becarios, ¿para qué se suman a tal programa?, ¿para quedar bien ante la sociedad?, hace poco vi un reportaje en Noticieros Televisa, donde una joven (solo un año más grande que un servidor), declaró que llevaba (en ese momento) quince meses "a la deriva" en busca de empleo, y eso que contaba con una carrera prometedora: diseño gráfico (mucho mejor que la que un servidor escogió por estúpido), ahora, podrán decir, que el programa también ofrece créditos o "tandas" para emprender. ¿Así como está la situación?, si no les va bien, ¿cómo pagarán el préstamo? Animal político  ha publicado reportajes sobre las irregularidades de esas tandas o préstamos, que de poco han ayudado a los becarios "rechazados". En los links pueden encontrarlos para más información. Hablamos de un nuevo círculo vicioso que no acabará, de ese círculo que el programa prometía terminar. 

Un servidor, formó parte del programa, pero al final, no pude quedarme en la empresa. Durante este año, he estado buscando empleo en diversas empresas, y como es de esperarse, estoy viviendo lo mismo de antes: no hay respuesta; ni siquiera en la empresa donde estuve de becario, lo cual  me entristece mucho. Estoy en un punto, donde ya no sé que más hacer, he agotado varias opciones que tenía, hasta escribí a una televisora para ver si pudiera tener una oportunidad allí, por habilidades; pero olvidé que en esos lugares, si no eres atractivo, no te dan oportunidades. 

Si llegan a pensar que mi crítica-opinión puede sonar muy "parcial", con gusto les dejos los links a las notas que he leído sobre ello, si es que las quieren leer, para que se informen. Por lo pronto, espero que muchos de los jóvenes que las empresas no quisieron contratar, tengan alguna forma de mantenerse, si es que en algún momento les dan oportunidad.   Un servidor, por su parte, está en la incertidumbre de si me llaman o no, por lo menos, a una entrevista...¿eso es mucho pedir?

Para concluir, pienso que JCF nació con buenas intenciones, sin embargo; ha fallado en su operación. ¿Tengo alguna propuesta?, pues...sí. Yo propondría que el gobierno, de alguna manera, constate que las empresas contraten a los becarios, que no los dejen ir de regreso a la incertidumbre. Muchas empresas piensan, que por que el becario salió del programa, este ya está "bendecido", y le irá como viento en popa, pues la realidad es que no. Si las empresas solo lo hacen para "quedar bien" ante la sociedad, mejor que desistan, que no ilusionen con algo que no van a cumplir. De hecho, a los becarios no se les cuenta como parte de los empleos generados por el IMSS, ya que ni empleos son, es capacitación. Con este dinamismo de: "bueno, ya acabaste y te vas, no vuelvas, sé que te irá de maravilla", no ayudará en nada al crecimiento económico que el país necesita. En otras palabras: tener a los jóvenes de "pasada"...¡no soluciona el problema de desempleo!, mucho menos si no tienen mucha preparación y este programa puede ser su "salvavidas". Espero, de todo corazón, que el programa rectifique, ya que puede ser la "última oportunidad" para muchos jóvenes. Espero que el programa y las empresas, garanticen la contratación, no dejen desamparados a los jóvenes, mucho menos, en estos tiempos.

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