"Vamos rápido por que luego nos agarra el sol y hay que ir por la barbacoa", decía mi madre a eso de las 11:15 A.M del 6 de Junio, en lo que nos preparábamos para ir a votar.


Los períodicos jugaron un factor determinante. Aquí, un suplemento del Norte.

Portando ropa casual, ambos acudimos a emitir nuestro voto en la casilla ubicada en la Secundaria Técnica 68, en Guadalupe, Nuevo León. Previo a ello, las campañas fueron algo intensas — en mi opinión —, el debate para la gubernatura del estado, que miré por Milenio, se me hizo muy flojo, y hasta cierto punto, ridículo. Los ataques más fuertes fueron entre (Samuel) García, (Adrián) de la Garza y (Clara Luz) Flores. Las encuestas en los periódicos me hacían pensar que eran muy parciales y burdas, compradas. 

Lamentablemente, este proceso electoral estuvo marcado de violencia y sangre, y ni que decir en el día de los comicios. Podemos mencionar por lo menos (y de manera respetuosa), los atentados que sufrieron ambos candidatos del Partido Movimiento Ciudadano para Cajeme y Moroleon, crímenes que fueron muy sonados durante la contienda electoral. 

También, por otro lado, las campañas fueron irresponsables: muchos acarreados a pesar de la crisis sanitaria. Tal parece que las elecciones era la mejor arma contra la pandemia, algo similar a lo ocurrido en la India, país donde también se celebraron elecciones y las campañas andaban a todo lo que da, a pesar el fuerte golpe que la pandemia le ha dado a aquel país. Aquí me quedó claro, que para los intereses políticos, no hay pero (ni pandemia) que valga.

Por mi domicilio, pude ver pasar a los acarreados, simpatizantes y demás equipo de campaña de los candidatos, entre ellos, Poncho Robledo, quien disputaba la alcaldía de Guadalupe por el PAN. También lograron pasar por Movimiento Ciudadano, del PRI, principalmente. Como es casual, dejando su propaganda de mala calidad — pagada por todos nosotros — y ni que decir de la "música" que usan. Como siempre, de género grupera, regional, ¿qué acaso no pueden pensar que no a todos nos gusta ese género musical?, por otro lado, ¿cómo es posible que se mal gaste tanto dinero en esto?, tomando en cuenta la crisis sanitaria y de desempleo. En si, que les importa el desempleo a los políticos. Si pierden la contienda, simplemente vuelven a su cargo (valiéndose de su famosa licencia), o luego los metan de plurinominales, o de plano, los invitan al gabinete del gobierno (sin hacerlos pasar por filtros de selección como a cualquier otro trabajador). El punto es que ellos nunca sabrán lo que es no tener ingresos o mendigar por un trabajo (precarios en la mayoría de los casos). Entonces, aquí hay un aprendizaje: soberbia, egoísmo e irresponsabilidad, solo por el hambre de poder.

Retomando el tema principal, el momento en que emití mi sufragio, como lo mencioné con anterioridad, no hay pero ni epidemia que valga. Largas filas y mucha afluencia de gente "preocupada" por votar. Hago hincapié en el "preocupada", ya que creen que con solo votar, así contribuyen a "mejorar" la vida pública y política del país. La obligación no termina allí, hay mucho más por hacer.

Confusiones en encontrar la casilla, estar bajo el sol, en algunos casos, sin respetar la sana distancia. Respecto a los protocolos sanitarios, había el famoso gel anti-bacterial, cajas con cubrebocas, y el uso del famoso cubrebocas. Aunque llevé un marcador particular para votar, a última instancia opté por usar el marcador del propio INE, el cual supuestamente estaba desinfectado. 

La manta por parte del INE, señalando la casilla para su ubicación.

Mi madre y yo entramos por igual, cada quien mostró su IFE/INE, nos ubicaron en el padrón, sellaron las credenciales, nos dieron las boletas y a la casilla, no sin antes marcarnos con tinta el pulgar derecho.

Mi decisión frente a la boleta no fue fácil, en especial para la de gobernador de Nuevo León. "Ni a cual irle", pensaba en lo que veía detenidamente la boleta antes de tomar una decisión. Al final, fuese una mala o buena opción — tal vez debido a la presión del momento —, opté por dar mi "voto de confianza" a todo lo anaranjado,  y por ende, mi voto para gobernador fue para Samuel García.

Una vez terminado, me dirigí a las urnas, doble las boletas, y las deposité. Al menos, no apliqué un Peña Nieto (en referencia cuando el expresidente por poco muestra las boletas con su voto). Procedí a dejar el plantel, sin detenerme a ver las aulas donde alguna vez yo estuve. Solo quería salir.

Durante la jornada me mantuve al tanto de los resultados preliminares o las famosas "encuestas de salida". Al ver que la contienda por la gubernatura esta casi cerrada entre García y de la Garza, por lógica, deseé que (Samuel) García aventajara al abanderado del tricolor, ya que nunca me inspiró confianza. Clara Luz nunca despegó, ni por ser de Morena. Por otro lado (Fernando) Larrazabal, honestamente no sé con que cara se atrevió a postularse. Tampoco era el favorito de las encuestas. Del resto de los candidatos, ni hablar, pasaron desapercibidos. Solo los conocí por medio del debate. A pesar de mi voto por García, se que no está del todo limpio, ya el tiempo sacará sus trapos sucios al sol.

Para mi sorpresa, aunque al principio de la Garza se autoproclamaba ganador (al igual que García), al final declinó para hacernos saber que el abanderado anaranjado había tomado ventaja. Tal vez era una premonición, ya que durante mi sufragio, acudí vistiendo un pantalón con toque anaranjado. 

A nivel nacional, parece que a Morena logró mantener algo de su poder que lo llevó a la victoria en 2018 en otros estados, entre ellos Campeche, Sonora, por mencionar algunos. Al parecer, la más importante para Morena, era la de mantener su mayoría en San Lázaro (la cámara de diputados) , que al parecer, si logró mantener cierta mayoría, aunque ya no tan abrumadora como hace tres años.

Una de las mantas donde se dieron a conocer los resultados de la casilla.


Los del PAN, PRI y PRD celebraron como si hubiese sido el triunfo máximo para ellos, aunque la vedad, es que estos tres partidos ya sufren por varias crisis internas. La CDMX quedó literalmente dividida en cuanto a los resultados electorales para las alcaldías. En resumen: la mitad oeste para el PAN, y el este para Morena.

Todos estos resultados, ¿significan un mejor camino para todos?, ¿será la antesala del 2024?, espero que para Nuevo León, así el resto de los estados donde se celebraron los comicios, represente un avance en temas de democracia, y no lo contrario. 

En lo que respecta a N.L, espero que ahora si pueda haber gobernabilidad, que el gobernador se haga presente, no como el actual, que ni sus "luces", a quien apodo cariñosamente como "El Tronco" (mofándome de su apodo original, "El Bronco").

No hay mal que por bien no venga. Al igual que en 2018, al finalizar las elecciones, mi madre y yo acudimos por nuestros merecidos cafés gratis del 7 Eleven — aunque después me enteré que también los daban en el Oxxo —. Por lo menos, tuvimos un final dulce, entre tanta incertidumbre y amargura.

A disfrutar de un delicioso café en pleno calor.

Por lo pronto, Samuel García es el gobernador electo para Nuevo León, Cristina Díaz logró hacerse con su reelección en Guadalupe, y Luis Donaldo Colosio (hijo del excandidato de 1994), resultó electo como el nuevo alcalde para la ciudad de Monterrey, capital de la entidad.