Uno de los temas que están muy "candentes" en los últimos meses en cuanto a temas de política en el país, es la muy famosa revocación de mandato. Hay posturas de ambas partes, como era de esperarse: que debe de realizarse, los opositores dicen que no; si implicaría un gasto innecesario y demás. En lo personal, siendo imparcial, mi humilde opinión respecto a este evento es simple: no debería hacerse. Todo ello, por una razón simple; no por que yo sea "antidemocrático", ni mucho menos: hablamos de un resultado predecible.

Como lo comenté respecto a la consulta popular de expresidentes, la credibilidad de las instituciones, así como la del propio gobierno, están por los suelos. Adeptos al presidente, apoyan la realización de la misma; que hasta se ha documentado que han estado pidiendo firmas para una ratificación, es decir, confirmar que siga en su puesto, y no revocación de mandato, donde se estaría preguntando. De allí menciono el porque de un resultado más que previsible. 

¿Por qué gastar millones de pesos en ello?, en algo que sabremos cual será el resultado, ¿qué no hay otros temas de más interés que requieran de esos recursos económicos para atender? 

Pronostico que el impacto que tendrá esta consulta, será similar a la anterior mencionada. Por otro lado, el INE, también se pone la soga al cuello al decir que no le alcanzan los recursos que tiene como parte de su presupuesto asignado. En serio, con el millonario presupuesto que se le asigna, dice su presidente consejero Lorenzo Córdoba que...¿no es suficiente?, eso también deja mucho que pensar. Entonces, ¿en qué se gastan ese presupuesto?

Los morenistas están defendiendo a capa y espada la realización de la consulta, hasta cierto punto, están presionando; hasta piden juicios contra (Lorenzo) Córdoba y (Ciro) Murayama, calificándolos de traidores; los "conservadores" u opositores, por su parte, defienden la postura del órgano autónomo. Esto ya parece una pelea de niños, solo por el capricho —a mi parecer— del presidente. 

Es obvio que el presidente se quedará en el poder hasta el 2024, hablamos de millones de pesos a la basura, para algo que solo se hará por que sí. Cuando se pudieran atender otros temas de importancia, con ese dinero. Aquí vamos a otro punto: el presidente se confía mucho de su popularidad , la ha tomado como su "arma de batalla". Eso que decían que EPN era el presidente de la televisión, AMLO es el presidente de la popularidad; la cual lo ciega, alimenta su soberbia (y posiblemente) su ego.

Entonces, mi postura es firme: no a la "revocación de mandato", cuando sabremos de sobra el resultado. 

Por lo pronto, la consulta de revocación de mandato se mantiene con más aplazamientos para su realización el próximo año. 

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